Después de los dos anteriores posts(I,II), habíamos quedado en que la pareja de dioses creadores se había "divorciado", quedando Izagami en la tierra e Izanami en el infierno. Asimismo, ya se habían creado un porron de dioses, pero faltaban los mejores...
Cuando Izagami volvió del inframundo, con tanto tute que había tenido, peleando con unos y con otros, en lo primero que pensó fue en darse un baño. Así que se fue a un arroyo y se dispuso a meterse al agua. Cada vez que se quitaba una prenda y la tiraba al suelo, nacía un nuevo dios. Así hasta 12. Luego, nació otra por cada fase de su baño (14 más), y posteriormente, nacieron los 3 dioses más importantes de la religion sintoista:
- La diosa del sol, Amaterasu, apareció al lavarse el ojo izquierdo.
- El dios de la luna, Tsuki-yomi, apareció al lavarse el ojo derecho.
- El dios de la tormenta, Susano (-_-'), apareció al lavarse la nariz.
Claro, Izagami se cabreó con él y le desterró. Y hecho esto, se jubiló y se fué a descansar, que ya había hecho bastante. Algunos dicen que se fué al cielo; otros dicen que se compró una casita en Taga(distrito inukami, prefectura de Shiga).
Susano, antes de ir al infierno a ver a su madre, quiso ir al cielo, a despedirse de su hermana Amaterasu, pero ésta, que no era tonta, cuando salió a recibirle salió con una espada, un arco, flechas... en fin, que parecía un montaraz de nivel 30 por lo menos. Pero Susano se mostró muy amable, y le dijo que sólo quería despedirse cariñosamente. Como Amaterasu no le creía, hicieron una apuesta: cada uno engendraría varios dioses (como no!) y quien más engendrara o quien más varones engendrara, ganaría. Dicho ésto, Amaterasu le pidió la espada a su hermano, la rompió en 3 trozos, la masticó y al escupirlos salieron 3 preciosas diosas. Susano le pidió a su hermana unos collares que llevaba, y los disperó soplando, creando 5 dioses, entre ellos Ame-no-Oshi-homimi. Susano se proclamó campeón, pero Amaterasu le dijo que como los dioses habían sido creados a partir de sus collares, eran hijos suyos, no de Susano.
****(Ésto es muy importante, porque el emperador de Japón es "descendiente" del dios Ame-no-Oshi-homimi, y por eso se considera al emperador nieto de Amaterasu, la diosa del sol)**** |
Pero Amaterasu, pasaba de él como del templo del festival de la cosecha. "No le hagais caso; es que está tonto y quiere llamar la atención", decía. Pero un día, cuando estaba Amaterasu en el taller con sus hilanderas tejiendo vete-tú-a-saber-qué, Susano hizo un agujerito por el tejado y dejó caer por ahí un caballo recién desollado(qué majo!). Las hilanderas se llevaron tal susto, que alguna que otra palmó. Amaterasu se quedó tan espantada, que se escondió en una cueva y tapó la entrada con una enoooorme piedra.
¿Y qué ocurre cuando la diosa del sol se esconde? Eeeeexacto, que todo se queda a oscuras.
Reinaba la noche eterna. Al principio, no estaba tan mal: salir por ahi hasta las tantas, prison break y house a todas horas... pero pronto empezó a quejarse todo el mundo: Que si así no hay forma de que se me seque la ropa que tengo tendida..., que si no voy a coger color para el verano... Total; que se reunieron los tropecientos dioses que había enfrente de la cueva, para hallar una forma de convencer a Amaterasu para que saliera de una vez.
Primero cogieron a todos los gallos que había y les pusieron a cantar a la vez (como siempre que canta el gallo aparece el sol...), pero no dió resultado.
Después cogieron piedras y hierro y llamaron al dios de la forja, para que hiciera un espejo. Decoraron un arbol con joyas y el espejo, y se dispusieron a hacer un ritual de adivinación. En mitad del ritual, la diosa Ame-no-uzume, se puso contentilla y comenzó a bailar, mientras se iba desnudando poco a poco.
Los demás dioses, en cuanto vieron ésto, comenzaron a jalearla, a aplaudir, a reir... madre mía, menuda fiesta que se montaron. Y con tanto dios como había riendo y gritando a la vez, temblaba todo. Amaterasu pensó: "Joder. Yo pensaba que como soy la diosa del sol, si me escondía iban a quedar a oscuras todo el día, e iban a estar tristes y apesadumbrados.... Parece que se estén montando un fiestón" Así que apartó un poquito la piedra y se asomó a preguntar qué pasaba. Un dios la dijo que habían encontrado a otra diosa que era la leche, mucho mejor que ella. Con lo que ella, salió para ver a dicha diosa. Cuando salió se quedó cegada por el espejo del arbol, y rápidamente un dios la agarró para que no volviera a entrar en la cueva, y taparon la entrada.
Después de todo el jaleo, Amaterasu prometió no volver a esconderse en la cueva, con la condición de que se desterrase a Susano. Los tropecientos dioses, acordaron un castigo para Susano: le cortaron la barba, las uñas, y le expulsaron mediante un mandato divino.
Bueno, a Susano le pasan muchas cosas curiosas en el destierro, pero creo que ya he hablado bastante de mitología japonesa en el blog.
Espero que os haya gustado, y hayais comprendido alguna que otra cosa sobre Japón, los japoneses y la religión de los tropecientos dioses: el shintoismo.
Bye!